viernes, 1 de septiembre de 2017

Cuando un difícil episodio se convierte en la mejor lección


Hace un año tuve la experiencia más difícil que me ha tocado sobrellevar como madre hasta el momento. Mis bebés con 1 año 3 meses fueron hospitalizados y estuvimos 3 días sin saber que tenían. 
Todo empezó el día anterior, cuando #babyTomás empezó por la tarde con una leve fiebre pero se manejó con panadol y no hubo otro síntoma. Al día siguiente despertaron y #babySanti estaba super pálido y empezó a vomitar (antes nunca había pasado eso) y como que se desvanecía parecía que se desmayaría. Fuimos inmediatamente a emergencia y estuvimos por dos horas aproximadamente y luego de los análisis pudieron ver que mis dos bebés tenían una anemia muy marcada, tenían de hemoglobina 6 Santi y 7 Tomás!! 
"Wow ¿Qué podía pasarles para que de la noche a la mañana su hemoglobina bajara así?" . Mientras que el pediatra de emergencia nos hablaba yo procesaba mil cosas a la vez. Hasta piensas “¿que hice mal?" y las palabras del pediatra daban vueltas con mis pensamientos.. Nos decían que algo muy grave les estaba pasando y que debíamos llevarlos ya! a que descifren el diagnóstico y luego seguir con lo demás.



Como se tenían que hospitalizar y no contábamos con seguro particular el pediatra de la clínica me sugirió que vaya al hospital del seguro o del niño. Luego de correr buscando de un lado a otro viendo donde hospitalizarlos, llegamos al Rebagliati, entramos por emergencia y fue la peor espera que tuve en mi vida.
Gracias a Dios mi mamá me acompañó en esta parte de la historia porque papagemelar tuvo que regresar al trabajo. (habíamos estado juntos toda la mañana) Demoraban mucho, mis hijos vomitaban, los dos solo querían brazos de mamá, lloraban, y veías cada cosa al rededor en esa sala de espera que nunca olvidaré.

  Luego de muchas horas de espera pudimos ingresar, y empezaron con los mismos exámenes que ya le habían hecho en la clínica, con la diferencia que al terminar la tarde ellos ya habían bajado más la hemoglobina Santi ahora tenía 5 y Tomás 6, yo solo pensaba que seguíamos perdiendo el tiempo pero era el proceso y solo quedaba tener más paciencia
Al final de la noche ya estaban hospitalizados, luego todas las demás horas solo fueron de espera para mí, una angustia terrible el no saber porque estaban así, agujas por aquí y por allá, tenía que sacar fuerzas de donde sea para no partirme en mil pedazos cuando uno de mis bebés se arrancaba la vía y la enfermera mala gracia pinchaba a mi bebé por todo su cuerpo porque la aguja no agarraba, el lloraba gritaba y yo tenía que sujetarlo..
Luego vinieron las transfusiones de sangre, más pinchadas para mis chinitos, y más exámenes de sangre para llegar al diagnóstico que tomó tres días, eso sí ellos al día siguiente ya estaban estabilizándose gracias a Dios y a las transfusiones de sangre, ya querían jugar y jugar todos pálidos pero ya bien, sin fiebres, ni vómitos. 

El segundo día en el hospital tuve la primera (y única en verdad) idea de que podían tener, llegó mi ángel de las pediatras, Susana, amiga de colegio, la contacté contando el caso y al toque me preguntó "¿tus hijos han comido habas?" y yo hice memoria y si! si habían comido habas un día antes de la primera fiebre de Tomás, pero ¿por qué? decía yo. Luego Susana me contó de una enfermedad hereditaria (por mamá o sea yo) y super rara, que se produce al comer habas, alguna había escuchado eso? Pues yo no obviamente, se llama Deficiencia de glucosa 6 fosfato deshidrogenasa o más fácil favismo. La cual lleva todos los síntomas que ellos tuvieron desencadenando en una anemia hemolítica... Wow yo no podía creerlo. Por comer habas mis hijos estaban pasando por todo ésto!. Luego de tantos análisis al tercer día en el hospital diagnosticaron el favismo, y les dieron de alta con las respectivas recomendaciones para su recuperación en casa.



¿Qué fue lo más difícil? Sobre todo el no saber que tenían, yo me hice mil ideas en la cabeza, y bueno ver a mis hijos pasar por todo eso tan bebés, logró en mi algo muy importante y es el valorar mucho más cada día al lado de mis chinitos quienes a su vez me demostraron ser super fuertes y valientes al superar de manera positiva todo este episodio. 
Gracias Dios, gracias Susana, gracias a todos los doctores que ayudaron en este proceso y por supuesto a mi familia <3 

5 comentarios:

  1. Que tal experiencia. Gracias a Dios los chinos se recuperaron rápidamente 😃

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  2. Grácias a Dios todo salio bien ..muxas bendíciones

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  3. Una historia de mucha lucha y fortaleza de tus peques, que Dios los siga bendiciendo como familia

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  4. Una gran historia y demostrando lo luchadores que son. Que dios los bendiga siempre a todos.

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